Su estacionamiento es muy reducido, lo único malo es su política (de todas las sucursales) que no dejan meter producto que no tenga que ver con su cafetería, que lo manejan con una plusvalía elevada.
Cuando vine al DF tenía ganas de ir a un restaurante mamón, vi este lugar con mucha clase y gente muy bien vestida, no fue hasta que el valet se llevo el carro que me di cuenta que era una funeraria